El hombrecito del azulejo

Trabajo realizado por los alumnos de 5º Bio. con la colaboración de la Profesora del área Rosa Tutudjian.

Argumento:
En la época mencionada en este relato (entre 1870 y 1880) Buenos Aires es una ciudad que se ha trasformado; ha quedado atrás la gran aldea y ya se puede ver la metrópolis
moderna con la aparición de los primeros tranvías.
Dentro de la casas, sin embargo, el tiempo parece no haber pasado, ya que la estructura familiar es la misma que existía hace muchos años atrás. La servidumbre realiza las tareas del hogar, bajo la dirección del ama, la señora de la casa. La vida tiene horarios establecidos: el almuerzo, la siesta, las visitas y también el rezo del rosario en la cercana iglesia de San Miguel.
La casa es visitada por los proveedores de comida y de servicios: los lecheros, los pescadores y los que se encargan de limpiar el pozo de agua.
El protagonista del cuento, es el pequeño Daniel, el mimado de la casa, que al ser hijo único y como no tiene con quién compartir sus juegos, de esta forma nace la amistad con Martinito, el hombrecito del azulejo.
El tema principal del cuento es el triunfo del amor sobre la muerte. Esta idea se expresa en el argumento, que se puede resumir así: dos médicos conversan sobre alguien que tiene una grave enfermedad y cuya crisis se producirá esa noche. Esta conversación es escuchada tanto por la muerte como por el hombrecito del azulejo, quienes aparecen personificados. Quién está próximo a morir es Daniel, el niño de la casa, que se había hecho gran amigo de Martinito, charlando largas horas con él.
Mientras la Muerte espera, Martinito, muy angustiado por su amigo, deja el azulejo, cruza el patio, se dirige hacia ella y le habla en francés. La Muerte se siente halagada y escucha lo que le cuenta el hombrecito, quien, con mucha gracia, le hace un largo relato de su historia, de cómo llegó a ese rincón del zaguán y de todas las situaciones graciosas que presencia desde su escondite. La Muerte ríe y controla en su reloj el tiempo que falta. El hombrecito sigue hablando sin parar sobre guerras pasadas, mientras adorna su relato con gran ingenio y se mueve de aquí para allá, ya que su misión es distraer a la Muerte para que no pueda cumplir con su misión. Y lo logra. La Muerte lanza un grito que hace estremecer a muchos habitantes de la ciudad cuando comprueba que ha pasado la hora en que debía llevarse a Daniel. Furiosa por el engaño en el que ha caído, persigue a Martinito y lo parte en dos trozos que luego echa al fondo del aljibe.
Cuando a la mañana siguiente vuelven los médicos, encuentran a Daniel curado y a su familia llorando de felicidad. Pasan unos días hasta que el niño puede salir al patio; lo primero que hace es correr hacia el rincón donde estaba su amigo y como no lo encuentra comienza para él un gran sufrimiento que nadie puede calmar.
El tiempo pasa, pero el niño no olvida al hombrecito. Hasta que un día, como sucede cada año, llegan los hombres encargados de limpiar el pozo. Ellos son quienes encuentran algo que lanzan hacia arriba y cae en manos de Daniel; se trata del azulejo, intacto. La muerte resulta doblemente vencida.
Los personajes son tres, cada uno con características y funciones bien definidas: un protagonista, el hombrecito del azulejo; su antagonista, la Muerte, y Daniel, cuya vida es disputada por ambos.
El hombrecito del azulejo aparece caracterizado como "un ser singular" ya que es diferente de los otros azulejos, porque su diseño es especia y su atuendo pertenece al mundo mágico ("gorro de duende" y "bastón"). Se relaciona con lo artístico, representado mediante el color azul: "prefiere este azul de ultramar", "Martinito… desde su silencio azul", "pequeño peregrino azul".
Su rareza está también dada por las características de su "personalidad": es sensible y tierno; valiente al extremo porque se enfrenta con la muerte y la seduce con gran astucia.
La Muerte se opone al hombrecito en la lucha por la vida de Daniel, pero también por sus características. Es una muerte común, un personaje siniestro, con su rostro de calavera, vestida de negro. Está aburrida y cansada por lo rutinario de su trabajo, es orgullosa, vanidosa y vengativa.
El personaje de Daniel es importante porque, si bien su intervención es breve, es el motivo del enfrentamiento entre la Muerte y Martinito. El simboliza el mundo de la niñez, con su ternura, su sensibilidad, y con su imaginación capaz de llenar de vida a los objetos y de empezar una relación afectuosa con ellos.
Los demás personajes que aparecen en este cuento tienen la función de marcar el contraste entre ese mundo sobrenatural, poblado de seres maravillosos, que sólo es percibido por quienes viven en él, y el otro, el de todos los días, donde habitan aquellos que han olvidado el poder de la magia.