INTRODUCCION AL BLOG


Mediante esta web exponemos algunos de los trabajos realizados por nosotros, alumnos de la orientacion biológica del Normal Superior Nº9 "Domingo Faustino Sarmiento", los cuáles abarcan la mayor parte de las materias, como ser:

Ciencias Biológicas
E.S.E.A
Filosofia
Fisica
Geografía
Historia
Idioma

Literatura
Matemática

Música
Química

Con la presentación de los mismos queremos compartir con todos ustedes nuestro trabajo a lo largo del año, que va desde presentaciones en Power Point, sobre las Regiones de nuestro país (N.E.A, Patagonia, Mesopotamia, Cuyo, N.O.A) explicando todas sus características, provincias que las componen, mapas, flora, fauna, relieve, hidrografia, población, entre otras, con imágenes e información interactivas que por motivos de formato solo pudimos subirlos como texto y fotos, monografías de temas muy variados como por ejemplo:

Comercio, transporte y el Mercosur (Los diferentes sist. de comercio, el libre comercio, comercio Nacional e Internacional, países desarrollados y subdesarrollados, el transporte, categorías del mismo, energía, ambiente, historia del Mercosur, su estructura institucional y jurídica, estados asociados al mismo, etc.)
Industria Argentina (Factores que influyen en su desarrollo, los pioneros de la industria, nacimiento de la elite industrial, etc)
Mineria y Producción Energética (Áreas industriales, resultados técnico-productivos, las respuestas fabriles, etapas del desarrollo cultural de la industria, mineria, actividad minera, su desarrollo en el mundo, clasificación de minerales, La minería en nuestro país, producción energética, energía hidráulica, solar, eólica, marítima, energías renovablesen nuestro país-Eólica, etc)
Población (Población mundial, el crecimiento de la misma, la evolución demográfica, la distribución de la población, , el envejecimiento de la población, la pobreza en el mundo, la población de nuestro país, distribución geográfica-B.s As.problemas demográficos, características culturales, inmigración extranjera, migraciones internas, historia de la población indígena, su situación actual, grupos aborígenes, artículos y testimonios,etc)
Franquismo (Antecedentes históricos, etapas, la oposición al régimen y el final del franquismo, fundamentos ideológicos, bases sociales e ideologías del Régimen Franquista)
Nazismo (Nacimiento del Nazismo, principios políticos de la ideología Nazi, campos de concentración, política de exterminio, valoración del genocidio, holocausto Nazi, prácticas biológicas de la Alemania Nazi, Adolf Hitler)
Fascismo (Definición, historia, causas, ideología, Fascismo Italiano y Alemán, Benito Mussolini)

Y otros trabajos de índole más informativo, cuestionarios, etc:

Diarios de Guerra (El fin de la guerra, guerra de mov. causas, consecuencias,características, rivalidades económicas, como influyó en nuestro país eldesarrollo de la misma, etc)
El período del Régimen Oligárquico, la Revolución del 90, la conformación y objetivos del movimiento opositor a Juárez Celman, el Unicato, la formación de la U.C y posterior U.C.R, quiénes la integraban y sus objetivos fundamentales.
El orígen de la vida y la explicación de todas sus teorías (divina o teológica, extraterrestre, generación espontánea, Oparin-Haldane, Fox, y la termo-volcánica)
Folletos turísticos sobre ciudades como Londres, Roma, París y Wimbledon (destacando los mejores lugares para visitar, tradiciones, comida, música, teatros, alojamiento, monumentos, etc)
Teoremas de la adición (Ejercicios y explicación)
Relaciones entre los valores de las Funciones Trigonométricas de ángulos complementarios, suplementarios que difieren en π/2 y opuestos (Ejercicios y explicación)
Magnetismo (Campo terrestre, cómo funciona, consecuencias en el funcionamiento de la Tierra, y un cuestionario relacionado al tema)
El jardín de los senderos que se bifurcan ( De Jorge Luis Borges, cuestionario)
El hombrecito del azulejo (De Manuel Mujica Láinez, argumento)
Sustancias de importancia biológica (Hidratos de carbono, grasas, aceites, aminioácidos y proteínas)
Tango y Milonga (Orquestas y cantores, autores y compositores:Carlos Gardel, introducción a la milonga, el lenguaje del tango-lunfardo, el tango cosa de hombres, los primeros bailarines, inicio de la mujer en el baile)

PROFESORES QUE COLABORARON CON NOSOTROS EN LA REALIZACIÓN DE LOS TRABAJOS:

Maquinay Mónica (Coordinadora del Area y Profesora de Geografía, Historia y E.S.E.A)
Dell´Aica Agustín (Profesor de Cs.Biológicas)
Serneguet José Luis (Profesor de Inglés)
Sanchez Alicia (Profesora de Francés)
Azcurra Gloria (Profesora de Matemáticas)
Elba Beatriz Gallenti (Profesora de Italiano)
Fabián Mats (Profesor de Física)
María Luisa Gonet (Profesora de Filosofía)
Rosa Tutudjian (Profesora de Literatura)
Luis Casares (Profesor de Música)

Graciela Vulcano (Profesora de Química)

A LOS CUALES LES AGRADECEMOS ENORMEMENTE DE PARTE DE TODO 5º BIOLÓGICO:

Arteaga Darío
Cueva Edwin
Delgado Pablo
Falcón Soledad
Lambertini Daiana
Loyola Karla
Mich Ivana
Pardo Mollo Gastón
Pomajulca Deisy
Vega Vanesa

Trabajos por materias

Archivos!!!

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Franquismo, Nazismo y Fascismo


Trabajo realizado por Pomajulca Deisy y Vega Vanesa de 5º Biológico

Introducción
El franquismo fue el régimen político del General Franco y el periodo histórico de su dictadura en España entre 1939 y 1975; el postfranquismo duró hasta 1977. El régimen franquista empezó cuando Franco se proclamó Caudillo de España por la Gracia de Dios al vencer en la Guerra Civil Española de 1936-1939, y acabó con su muerte en 1975 y el Referéndum para la Reforma Política de 1976.
En los años 40 el régimen practicó una fuerte represión de los perdedores de la guerra (demócratas liberales, nacionalistas periféricos, socialistas, comunistas, anarquistas, etc). Mantuvo una política económica de mercado pero autárquica, provocada por la Segunda Guerra Mundial (en la que España tuvo una participación muy limitada de no beligerancia) y el aislamiento posterior de España, que promovió la ONU porque la participación de España en la guerra mundial estuvo integrada en el mando de la Alemania nazi.
Fascismo (del italiano fascio, haz, fasces, a su vez del latín fasces, pl. de fascis) es una ideología y un movimiento político totalitario que surgió en la Europa de entreguerras (1918-1939) en oposición tanto a la democracia liberal (el sistema político que representaba los valores de los vencedores en la Primera Guerra Mundial, como Inglaterra, Francia o Estados Unidos, a los que considera "decadentes") como al movimiento obrero tradicional (anarquista o marxista, este último escindido a su vez entre la socialdemocracia y el comunismo, que desde 1917 tenía como referente al proyecto de estado socialista que se estaba desarrollando en la Unión Soviética). Radicalmente contrario a ambos, se presenta como una tercera vía.
El fascismo tiene sus enemigos agrupados en estos tres frentes: El social-comunista, el demoliberal-masónico y el populismo católico.
Nazi es la contracción de la palabra alemana NAtionalsoZIalistische, que significa nacionalsocialista y hace referencia al movimiento Nazista o Nazismo.
La palabra nazi se utiliza para todo lo que se relaciona con el régimen que gobernó Alemania de 1933 a 1945 con la llegada al poder del partido nacionalsocialista, el autoproclamado Tercer Reich y Austria a partir de la Anschluss, así como los demás territorios que lo conformaron (Sudetes, Memel, Danzig y otras tierras en Polonia, Francia, Checoslovaquia, Hungría, Holanda y Dinamarca). La Alemania de este periodo se conoce como la Alemania nazi.
Fue un término acuñado por el ministro de propaganda del régimen alemán Joseph Goebbels, que lo usó durante uno de sus discursos para referirse a los miembros de su partido, el Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei (NSDAP) Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores.

Capitulo 1: Franquismo
Reseña histórica:
El franquismo fue el régimen político del General Franco y el periodo histórico de su dictadura en España entre 1939 y 1975; el postfranquismo duró hasta 1977. El régimen franquista empezó cuando Franco se proclamó Caudillo de España por la Gracia de Dios al vencer en la Guerra Civil Española de 1936-1939, y acabó con su muerte en 1975 y el Referéndum para la Reforma Política de 1976.
En los años 40 el régimen practicó una fuerte represión de los perdedores de la guerra (demócratas liberales, nacionalistas periféricos, socialistas, comunistas, anarquistas, etc). Mantuvo una política económica de mercado pero autárquica, provocada por la Segunda Guerra Mundial (en la que España tuvo una participación muy limitada de no beligerancia) y el aislamiento posterior de España, que promovió la ONU porque la participación de España en la guerra mundial estuvo integrada en el mando de la Alemania nazi.
En los años 50, la posición geográfica de España y su régimen político se acabaron convirtiendo en estratégicos para Estados Unidos y sus aliados europeos frente a la Unión Soviética. La alianza de España con los Estados Unidos acabó el aislamiento internacional y abrió la economía. Sin embargo esta quedó definitivamente por detrás de las economías de las democracias europeas, que en la guerra mundial habían encontrado desastres similares al de la guerra de España.
En los años 60 y principios de los 70, el desarrollismo económico mejoró de forma notable, aunque desigual el nivel de vida de mayoría de la población, que formó una clase media hasta entonces casi inexistente. El nivel de libertad personal y política no aumentó del mismo modo. Empezaron las movilizaciones de oposición al régimen por parte de trabajadores y estudiantes.
El rey Juan Carlos I de España fue el sucesor designado por Franco para la Jefatura del Estado, y a su muerte juró acatar los Principios del Movimiento Nacional destinados a perpetuar el franquismo. Sin embargo se basó en ellos para promover el Referéndum para la Reforma Política. Su resultado, 94% a favor de la reforma, inició la Transición Española hacia la democracia parlamentaria.

Etapas
Los años perdidos 1939-1945
España había perdido en la guerra una parte significativa de su población y de su capacidad productiva. La escasez multiplicó las situaciones de hambre y perpetuaron la miseria extrema. La situación empeoró porque meses después de acabar la guerra de España empezó la Segunda Guerra Mundial de 1939-1945.
España se declaró no beligerante en la guerra mundial. En un primer momento manifestó su apoyo a Italia y a la Alemania Nazi, pero evitando siempre la participación directa en la guerra. Tras la entrevista de Hendaya, la actuación más significativa fue la movilización de españoles, voluntarios o movidos por otras circunstancias, para la división 250 de la Wehrmacht, División Azul, que combatió en la Unión Soviética.
Mientras tanto España mostraba a los aliados una posición de neutralidad, que se fue haciendo más clara conforme la situación fue favoreciendo a estos. Sin embargo la posición ambigua de España llevó a que la victoria aliada supusiera el aislamiento internacional del régimen.
Desde el final de la guerra en 1939 y hasta 1965, resistieron a la dictadura los "maquis" formando guerrillas principalmente en zonas rurales de montaña.
La política económica de la época siguió el modelo de autarquía que sostuvo con relativo éxito las economías de guerra de Italia y Alemania . Se basaba en la intervención directa del Estado en asuntos económicos y en la autosuficiencia económica que limitaba el comercio con el resto del mundo.
El intervencionismo del Estado se extendió a gran parte de la economía. El Estado sacó fuera de las leyes del mercado los productos agrícolas y ganaderos, fijando precios y limitando el derecho a la propiedad de los bienes producidos. En 1941 se creó el Instituto Nacional de Industria (INI) y se estableció un control rígido del comercio exterior.
La escasez y la intervención estatal llevaron al mercado negro, el estraperlo, y la corrupción (licencias de importación y exportación, suministros al Estado...). En 1947 cerró el último campo de concentración de España, el campo de Miranda de Ebro.
El centralismo de la dictadura bajo el lema "España, una, grande y libre" también llevó a cabo una feroz represión contra los nacionalismos periféricos y prohibió sus manifestaciones lingüísticas y culturales mediante entre otras la Orden de 21 de mayo de 1938 y la Orden Ministerial de 16 de mayo de 1940.[3]
"... por exigencias del respeto que debemos a lo que entrañablemente es nuestro, como el idioma, precisa desarraigar vicios de lenguaje que trascendiendo del ámbito parcialmente incoercible de la vida privada, permiten en la vida pública la presencia de modas con apariencia de vasallaje o subordinación colonial. Es deber del poder público, en la medida en que ello es posible, reprimir estos usos, que contribuyen a enturbiar la conciencia española, desviándola de la pura línea nacional, introduciendo en las costumbres de nuestro pueblo elementos exóticos que importa eliminar ..."
En 1938 nace la nueva Ley de Prensa, vigente hasta 1966, que instaura la censura previa y sanciona todo escrito que :
"... directa o indirectamente tienda a mermar el prestigio de la Nación o del Régimen, entorpezca la labor de Gobierno en el Nuevo Estado o siembre ideas perniciosas entre los intelectualmente débiles."


El fin de la autarquía 1954-1959
Francisco Franco y el presidente de los Estados Unidos Dwight D. Eisenhower en Madrid en 1959.
El fracaso del modelo autárquico llevó a un giro en la política económica. Se liberalizaron parcialmente los precios, el comercio y el tránsito de bienes. En 1952 acabó el racionamiento de alimentos. Estas medidas mejoraron la economía pero hasta 1954 no se superó la renta por habitante de 1935.
Los Estados Unidos y la Unión Soviética habían sido aliados en la guerra mundial, pero después alejaron rápidamente sus posiciones. Una parte fundamental de la Guerra Fría fue la extensión y afianzamiento de la influencia soviética en el Este de Europa y la contención por parte de los Estados Unidos y sus aliados en el resto del continente.
Dentro de esta lucha de poder e intereses estratégicos, Estados Unidos estableció bases militares en territorio español. Como contrapartida, en 1951 España empezó a recibir asistencia económica. Esta cooperación fue muy inferior a la que recibieron las democracias parlamentarias incipientes que se habían beneficiado del Plan Marshall inmediatamente después de la Guerra Mundial: Reino Unido, Alemania Occidental, Francia y Japón. Sin embargo, años después de las guerras la carestía de España seguía siendo tan grande que las importaciones limitadas de bienes de equipo fueron fundamentales para acelerar el desarrollo. Este también trajo inflación monetaria y el consiguiente malestar social.
En 1957 un grupo de tecnócratas del Opus Dei entró en el gobierno y dio el giro definitivo a la política económica.

La "tecnocracia" y el "aperturismo" 1959-1975
El crecimiento de la población española entre 1950 y 1981 tuvo una distribución geográfica extremadamente desequilibrada
Los tecnócratas del Opus Dei accedieron al gobierno en 1957 y pusieron en práctica un duro Plan de Estabilización conforme con las directrices del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyo efecto social fue la emigración de unos dos millones de españoles, en los años siguientes.
Se liberalizó la economía, acabando con la autarquía y reduciendo el intervencionismo del Estado. Se recortó el gasto público, se abrió la economía al exterior, se devaluó la moneda y se facilitaron las inversiones extranjeras. La consecuencia fue que a partir de 1961 se precipitó el crecimiento económico.

El desarrollo económico 1961-1973
Entre 1961 y 1973 la situación favorable en el mundo llevó a que crecieran rápidamente la industria y los servicios en España. Las inversiones extranjeras llegaron atraídas por los costes laborales reducidos. El desarrollo y la emigración masiva, acabó con el paro. Se desencadenó un éxodo, desde las zonas rurales hacia las zonas industriales españolas y de otros países de Europa.
España consiguió llegar a tener superávit en su balanza de pagos. El déficit histórico se compensó con los ingresos del turismo, la inversión extranjera y las remesas de emigrantes en otros países de Europa.
La emigración y el aumento del rendimiento en las explotaciones agrícolas y ganaderas supusieron el empobrecimiento por desertización de las zonas rurales sin presencia industrial o turística.
El gobierno aprobó a partir de 1963 varios Planes de Desarrollo que pretendían corregir con incentivos fiscales y ayudas estatales los peores resultados del desarrollo económico. La economía siguió creciendo pero la planificación no dio resultado y creció el desequilibrio entre regiones.

La sociedad de consumo y los cambios sociales en los años sesenta
Los años sesenta supusieron un cambio social significativo:
Emigración rural a las ciudades y a Europa occidental. Más de un millón de españoles se desplazaron a Francia, Alemania, Suiza, Bélgica y otros países europeos para desempeñar los trabajos con menos demanda local.
La emigración trajo las consecuencias positivas reseñadas, pero también el desarraigo humano y el aumento de la diferencia de riqueza entre regiones del país.
Aumento de la población. Se reducía la tasa de mortalidad y aumentó la tasa de natalidad que ya estaba en valores relativamente altos.
Desde 1963 aumentaron las prestaciones sanitarias y los sistemas de pensiones. La Seguridad Social se extendió por primera vez a la mayoría de los ciudadanos. El déficit de vivienda se redujo con campañas de construcción de viviendas. Especialmente se impulsó la construcción masiva privada, por medio de empresarios cercanos al régimen, que respondieron a la multiplicación de la población en las zonas industriales. El grueso de esta construcción se produjo en la periferia de las grandes ciudades, pero sin una planificación urbanística previa, que con el tiempo derivaron en ciudades-dormitorio masificadas, y a menudo con numerosas carencias de servicios comunitarios.
El desarrollo económico favoreció la creación de la sociedad de consumo en España. En 1969 dos tercios de los hogares en zona de cobertura tenían televisor y un cuarto tenían coche. La sociedad de consumo favoreció la movilidad y el acceso a la información. Esto trajo una nueva mentalidad con tres consecuencias relacionadas entre sí:
-Pérdida de influencia de la doctrina católica en la sociedad.
-Nuevos hábitos de relación social y sexual.
-Influencia de modas y costumbres de otros países.

Ideología
El franquismo basado en la doctrina del nacionalcatolicismo, ejecutada por la falangista y la Comunión Tradicionalista, monárquica carlista. Al principio también se aliaron otros sectores de derechas: conservadores y algunos monárquicos legitimistas.
Las bases del régimen fueron la unidad nacional española, el catolicismo y el anticomunismo. El régimen fue una dictadura militar, y fue un régimen totalitario en especial en sus primeros años. Esto no impidió que el régimen se autodefiniera desde el principio como una democracia orgánica que nunca tuvo que ver con una verdadera democracia parlamentaria.
A partir de las derrotas de las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial, el régimen se va deshaciendo de su caracter pro-fascista, aunque sigue utilizando su simbología. El franquismo tuvo que buscar nuevas alianzas internacionales, y fue disminuyendo el papel de la Falange en favor de otros grupos. En la década de los años 60 apareció una generación de políticos tecnócratas formados en el Opus Dei y se rompió el aislamiento internacional.

Bases políticas del régimen
El sistema político se basó en la dictadura del partido único, la FET y de las JONS (1937), que vino a llamarse el Movimiento Nacional.
Dentro de una completa subordinación al Caudillo, hubo diferentes familias o grupos -nunca partidos- con diversa sensibilidad política. Cada una trató de influir en las decisiones de Franco, y la habilidad de éste consistió en confiarles parcelas de poder convenientemente medidas, apoyarse sucesivamente en una familia u otra según conviniera en cada momento, desplazando del primer plano (sin dejar de contar con ellas) a las que se hacían incómodas por alguna razón interna o externa y garantizarse de esa manera su presencia indiscutida en el poder. Cuando estalló algún escándalo que podía atribuirse de algún modo a los recelos entre las familias (como el caso MATESA), Franco optaba por soluciones expeditivas y salomónicas ("castigar" a ambas partes, de forma paternalista). Eran habituales las expresiones de Franco en que despreciaba la actividad política (propia de "politicastros"), e incluso ninguneaba a sus propios ministros, haciéndose célebre su consejo: "haga como yo, no se meta en política".
Sus miembros eran conocidos como "Nacionalsindicalistas", "azules" o sencillamente "falangistas". Los llamados "camisas viejas" de la Falange original de José Antonio Primo de Rivera, muy pronto empezaron a recelar de los "camisas nuevas" incorporados tras las elecciones de febrero de 1936 y sobre todo en la Guerra Civil, cuando el decreto de unificación suprimió todos los partidos reuniendo a todos los que apoyaron el Alzamiento Nacional en el partido único FET y de las JONS (Falange española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), que constituía la cúspide del Movimiento Nacional al servicio del liderazgo absoluto de Franco.El partido único aspiraba a controlar la vida social y económica a través del resto de las instituciones del Movimiento: Frente de Juventudes, Sección Femenina, Sindicato Vertical, Auxilio Social...
La presencia de los personajes más identificados con la Falange (como es el caso de su presidente, Ramón Serrano Súñer, cuñado de Franco y llamado el cuñadísimo) fue importante hasta que la derrota de las potencias del Eje en la Guerra Mundial los llevó a un papel más secundario. Dentro del gobierno, desempeñaron las carteras sociales, como el Ministerio de Trabajo, Vivienda y el de Agricultura, además del Ministro-Secretario General del Movimiento (miembro nato del gobierno, aunque sujeto también a la designación por parte del Caudillo). En el primer franquismo alcanzaron un 37,9% de los ministerios y un 30,3% de los altos cargos de la adminstración. Un ejemplo notable fue José Antonio Girón de Velasco, el ministro más joven (30 años) y uno de los que duró más en el gobierno (1941-1957). Otro nombre destacable fue José Luis Arrese.También hubo "aperturistas" procedentes de la familia azul, como el que finalmente llevó a cabo la transición democrática, Adolfo Suárez. Esa pluralidad se podía observar en las publicaciones afines: el diario El Alcázar (que tras distintas orientaciones, desde 1968 expresó las opiniones de lo que se denominó el búnker, la derecha más extrema), el oficialista diario Arriba y el más aperturista diario Pueblo (cercano a los sindicatos verticales y dirigido por Emilio Romero).

Nacionalcatolicismo
Desde el comienzo del franquismo demostró mucha actividad la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, controlada por los obispos y especialmente por la figura de Ángel Herrera Oria, que controlaba también la prensa católica (diario Ya). Esta "familia" tenía una especial relación con el exterior, por su vinculación con el Vaticano y las democracias cristianas europeas. Controlaban el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Educación. Un buen ejemplo fue Joaquín Ruiz Jiménez.
A partir de 1957 accedieron al gobierno los ministros económicos (denominados tecnócratas) procedentes del Opus Dei (congregación religiosa fundada por José María Escrivá de Balaguer), y protegidos por Luis Carrero Blanco: Mariano Navarro Rubio y Alberto Ullastres, responsables del Plan de Estabilización de 1959 y el desarrollismo posterior.
La renovación de la Iglesia Católica en el Concilio Vaticano II propició un distanciamiento con el régimen español de una parte de la jerarquía eclesiástica, dirigida por el cardenal Vicente Enrique y Tarancón. Llegó a ser muy evidente en el conflicto con monseñor Antonio Añoveros Ataún, obispo de Bilbao.

Carlismo
Los carlistas y tradicionalistas perdieron su relevancia política en cuanto acabó la guerra. El área que se les confiaba era el Ministerio de Justicia y la presidencia de las Cortes.

Juanismo y juancarlismo
Los monárquicos, identificables con las "derechas de toda la vida", y procedentes incluso de la CEDA, el partido de José María Gil Robles, que había contemporizado con la Segunda República. Su órgano de expresión era el periódico ABC, de la familia Luca de Tena. Sus relaciones con el régimen pasaron sucesivamente por acercamientos y distanciamientos (en contadas ocasiones, llegando a algún tipo de represión, como alguna censura periodística -llegando a ser secuestrada la edición en 1966- o el destierro de los que acudieron al llamado Contubernio de Munich -1962-), al igual que la relación ambigua que mantuvieron Franco y el pretendiente a la corona, Juan de Borbón, que se mantuvo exiliado en Estoril, desde donde mantenía un consejo privado en el que se incluían personajes destacados del régimen, como José María Pemán o Pedro Sainz Rodríguez.[6] España se definió en las Leyes Fundamentales como un reino pero Franco se negó a ceder la jefatura del estado o designar sucesor como preveía la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (votada en referéndum en 1947, en un acto de legitimación de masas del franquismo), y mucho menos a un personaje en quien no confiaba, el Conde de Barcelona (título medieval de soberanía, vinculado a la corona de España que usaba Juan de Borbón), a pesar de ser el heredero del rey anterior (Alfonso XIII). Mientras tanto, su hijo (el rey actual, Juan Carlos I) estaba siendo educado en España separado de su padre. Finalmente quien obtuvo la designación fue Juan Carlos, en 1969 y tras una prolongada espera, no sin signos inquietantes de que podía optarse por cualquier otro "principe de sangre real" (como Alfonso de Borbón Dampierre, que acabó casándose con la nieta de Franco y reclamando sus derechos al trono de Francia). En la enfermedad final de Franco, Juan Carlos, titulado "Príncipe de España", llegó a ocupar interinamente la jefatura del estado 1974, que se le retiró como consecuencia de una transitoria mejoría. Fue coronado rey de España en 1975, tras la muerte de aquel.

El franquismo hoy
En la España democrática se ha hecho cada vez más reducida la proporción de personas que se declaran franquistas. La mayoría de la población española y los partidos políticos más importantes están a favor de la democracia y acatan el régimen actual, la monarquía parlamentaria.
En la actualidad el franquismo se manifiesta en interpretaciones de la Historia de España desde su Segunda República hasta la actualidad. Por ejemplo, el escritor Fernando Vizcaíno Casas reivindicó aspectos del régimen franquista en sus obras.
El franquismo ha sido condenado en las Cortes Españolas y en el Parlamento Europeo.

Condenas internacionales
El 17 de marzo de 2006 la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa que engloba a un total de 46 países, condenó unánimemente, las "graves y múltiples violaciones de Derechos Humanos cometidas en España por el régimen franquista, entre 1939 y 1975". Al mismo tiempo propuso que el día 18 de julio de 2006 sea considerado "día oficial de condena de la dictadura franquista" solicitando que se permita a los historiadores el acceso libre a todos los archivos de la guerra civil, a fin de que se puedan analizar todos los documentos con máxima objetividad posible. En cualquier caso, el informe sostiene que:
Durante la guerra, perecieron entre medio y un millón de personas (las cifras se mantienen en disputa). Muchas de las muertes fueron el resultado, no de los combates o de operaciones militares, sino de brutales masacres ejecutadas por ambos bandos.
Los primeros días del golpe sorprendieron a unas 50.000 personas en "el lado equivocado" y fueron asesinadas o ejecutadas en juicios sumarísimos (esta cifra es probablemente comparable en ambos bandos).
La Guerra Civil española fue un primer ejemplo de guerra total presagiando los peores escenarios de lo que posteriormente fue la II Guerra Mundial.
Fue particularmente grave el comportamiento con las mujeres en nombre del concepto franquista de "redención", con violaciones, confiscación de alimentos o ejecuciones por el comportamiento de sus hijos o esposos.
Tras la guerra, se impuso la ley marcial, y un sistema de justicia militar ejecutó una amplia represión de todos aquellos que simplemente no habían apoyado el golpe y se habían mantenido al lado de la legalidad republicana. Se siguió usando la justicia militar hasta 1962. Las condenas eran a muerte o a penas de prisión de 20 ó 30 años (Las cifras oficiales franquistas hablan de unos 60.000 a 62.000 solo entre 1940 y 1941).
Durante los años cuarenta había una cantidad enorme de presos políticos. De acuerdo con las cifras oficiales, que los historiadores generalmente consideran subestimadas, en la primera mitad de la década se alcanzaron los 300.000 prisioneros de una población de 25,9 millones de habitantes. Como comparación, la totalidad de la población encarcelada en el enero de 1936, antes de la guerra civil, ascendía 34.526 reclusos. En 1940 el número de prisioneros por cada 100.000 habitantes fue casi tan alto como su equivalente en la Alemania Nazi (1.158 y 1.614 respectivamente).
Las condiciones espantosas de arresto y encarcelamiento, que sistemáticamente incluían el hambre, el hacinamiento masivo y las enfermedades epidémicas, constituyeron una violación flagrante de los derechos humanos.
Brutalidad policial y tortura sistemática como norma. Violaciones a mujeres en dependencias policiales, abusos físicos y psicológicos. Las incontables muertes en prisión se contabilizaban como suicidios. No era excepcional que las autoridades reaccionaran asesinando a familiares.
En 1944 fuentes del Ministerio de Justicia aseguraron que unos 190.000 prisioneros murieron o fueron ejecutados en prisión desde el inicio de la guerra.
Entre las conclusiones del informe "hay suficientes evidencias para probar que los abusos contra los derechos humanos bajo el régimen de Franco fueron extensivos y sistemáticos" y propone a la comisión que cree un comité de expertos con el objetivo de recoger y evaluar toda la información posible.

Capitulo 2: Fascismo
Características y definición

El fascismo exalta la idea de nación frente a la de individuo o clase; suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único y los localismos en beneficio del centralismo. Utiliza hábilmente los nuevos medios de comunicación y el carisma de un líder en el que se concentra todo el poder. Aprovecha los sentimientos de miedo y frustración colectiva para exacerbarlos mediante la violencia, la represión y la propaganda, y los desplaza contra un enemigo común (real o imaginario, interior o exterior), que actúa de chivo expiatorio frente al que volcar toda la agresividad de forma irreflexiva, logrando la unidad y adhesión (voluntaria o por la fuerza) de la población. Es expansionista y militarista, utilizando los mecanismos movilizadores del irredentismo territorial y el imperialismo que ya habían sido experimentados por el nacionalismo del Siglo XIX.

Orígenes
El concepto de régimen fascista puede aplicarse a los sistemas políticos autoritarios de la Europa de entreguerras y a los que se imponen por todo el continente durante la Segunda Guerra Mundial; de un modo destacado y en primer lugar a la Italia de Benito Mussolini (1922) que inaugura el modelo, seguida por la Alemania de Adolfo Hitler (1933) que lo lleva a sus últimas consecuencias, y cerrando el ciclo, la España de Francisco Franco (desde 1936) que se prolonga mucho más tiempo y evoluciona fuera del periodo (hasta 1975). El fascismo en la Alemania nazi o nacional-socialismo añade un componente racial, adoptado en un segundo momento por el fascismo italiano y el resto de movimientos fascistas o fascistizantes, para los cuales el componente religioso es mucho más importante, tanto que Trevor-Roper ha podido definir el término Fascismo clerical (entre los que estaría el nacionalcatolicismo español).
La componente social del fascismo pretende ser interclasista: niega la existencia de los intereses de clase e intenta suprimir la lucha de clases con una política paternalista, de sindicato vertical y único en que trabajadores y empresarios obedezcan las directrices superiores, como en un ejército. Tal es el corporativismo italiano o el nacionalsindicalismo español. El nacionalismo económico, con autarquía y dirección centralizada se adaptaron como en una economía de guerra a la coyuntura de salida de la crisis de 1929. No obstante, no hubo en ningún sistema fascista ni planes quinquenales al estilo soviético, ni cuestionamiento de la propiedad privada ni alteraciones radicales del sistema capitalista más allá de la intervención del mercado. Estas características sirven como base a una crítica (de orientación tanto liberal como materialista) que resalta la conveniencia del fascismo para la burguesía.
Desde ese punto de vista, se suele mantener que los movimientos fascistas de entreguerras fueron alimentados por las clases económicamente poderosas (por ejemplo la alta burguesía), para oponerse a los movimientos obreros y a la democracia liberal. Esa tesis fue defendida en 1936 por el historiador Daniel Guérin (Fascismo y grandes negocios), en la que lo asocia a un complejo industrial-militar, expresión que sería posteriormente reutilizada para definir otros contextos, como el de la carrera de armamentos entre la Unión Soviética y los Estados Unidos.
Aunque es una cierta simplificación, se suele considerar al fascismo como un movimiento de derecha ya que los aliados del fascismo históricamente han estado en las clases económicas más poderosas. A pesar de esto, ciertas características del fascismo italiano provienen del socialismo estatalista, ya que Mussolini, antes del término de la Primera Guerra Mundial, era un importante ideólogo obrerista y militante Partido Socialista, en donde ya gestaba el fascismo, aun así difícilmente se puede considerar al fascismo como una forma del socialismo.
El fascismo es un movimiento "totalitario" en la medida en que aspira a intervenir en la totalidad de los aspectos de la vida del individuo. En realidad, el fascismo surge con vocación de ir más allá de las ideologías tradicionales y se presenta como la superación de todas la demás ideologías, es mucho más cercano al populismo (sea cual sea su tendencia o bandera) que a una ideología política específica.
El fascismo hace hincapié en el nacionalismo, pero su llamamiento ha sido internacional. Surgió con fuerza por primera vez en distintos países entre 1919 y 1949, sobre todo en Italia, Alemania y España. En un sentido estricto, la palabra fascismo se aplica para referirse sólo al partido italiano que, en su origen, lo acuñó, pero se ha extendido para aplicarse a cualquier ideología política comparable. Del mismo modo, Japón soportó durante la década de 1930 un régimen militarista que presentaba fuertes características fascistas. Los regímenes fascistas también existieron en periodos variables de tiempo en muchos otros países. Incluso democracias liberales como las de Francia e Inglaterra tuvieron movimientos fascistas importantes durante las décadas de 1920 y 1930. Después de la derrota de las potencias del Eje Roma-Berlín-Tokio en la Segunda Guerra Mundial, el fascismo sufrió un largo eclipse, pero en los últimos tiempos ha reaparecido de forma más o menos abierta en las actuales democracias occidentales, sobre todo en Francia y en Italia.
Se caracteriza por ser anticomunista, antiliberal, oponerse a la democracia de partidos, a la pluralidad y a la variedad. Exalta el sentimiento irreflexivo y promueve la unidad de la Patria, ante todo (es totalitario). Promueve en lo económico un tipo de capitalismo corporativista.
El fascismo tiene una base racial en Alemania por donde nace el nazismo, aunque no en Italia; los nazis construyen el mito de la raza aria superior de origen nórdico (en realidad, los nazis confunden la teoría de un pueblo indoeuropeo original con la poco científica teoría nórdica). Para realizar esta amalgama ideológica se basan en fuentes mitológicas y literarias, así como en los textos clásicos dedicados a consagrar la desigualdad de las razas. El ideario del partido nazi se nutre también de publicaciones y panfletos de carácter ocultista. Italia aprobará también leyes raciales en un segundo momento por la presión de los nazis. Asimismo, la concepción alemana se alimenta de tesis antisemitas medievales y supersticiones de carácter romántico. El antisemitismo era muy fuerte en muchos lugares de Europa y los nazis explotaron ese sentimiento a conciencia. El resultado fue que en muchas ocasiones los verdugos de las SS eran superados por soldados de países aliados, a los que tenían que contener (por ejemplo Rumanía).
Es muy controvertido el papel de la Iglesia católica al respecto: se acusa a Pío XII de tibieza, cuando no de complicidad, por no condenar de modo claro el régimen nazi y la persecución de judíos desde un primer momento. Muchos criminales de guerra de la Segunda Guerra Mundial huyeron a Suiza y a Argentina con la ayuda de religiosos católicos (algunos con pasaportes del Vaticano y disfrazados de sacerdotes).
El fascismo desdeña las instituciones del Estado republicano y sustituye el voto como expresión de la voluntad popular por las expresiones masivas de apoyo al líder. Hitler utiliza el plebiscito como arma en las relaciones internacionales: sus grandes decisiones son apoyadas por plebiscitos de apoyo masivo utilizados como amenaza: el líder fascista se presenta como portavoz de la nación unificada que habla con una sola voz. Esto refuerza otro de sus elementos principales: el "liderazgo carismático". El líder es casi divino y su liderazgo no es racional: "Führer", "Duce", "Caudillo", etc. El Fascismo no considera un valor la libertad de expresión y recurre a la violencia sistemática para obtener el poder o mantenerse en él; la violencia tiene un valor positivo para el movimiento fascista, es una fuerza de cambio, al igual que la juventud, que también es exaltada. Mussolini, fundador del PNF Partito Nazionale Fascista, opuso a los principios de la Revolución Francesa de «libertad, igualdad y fraternidad» la consigna «creer, obedecer y combatir».
El fascismo lleva a cabo una "estatización" de la política: adopta uniformes y lenguaje militar y le da un gran valor a los símbolos y a las grandes concentraciones. Se opone al concepto de razón y quema libros para demostrarlo. El Fascismo es fuerza, vitalidad, energía, violencia y juventud, no pensamiento racional. Los intelectuales son despreciados. El Fascismo manipula las ideas de Friedrich Nietzsche sobre el poder de la voluntad y la creación del hombre superior. Las tesis de Nietzsche, por el contrario, condenan el proselitismo y desprecian a los fanáticos (véase Así habló Zarathustra). En diversos lugares del mundo, los movimientos fascistas surgieron apoyados por corrientes ultramontanas de sectores nacionalistas extremos. En general, describieron como su enemigo a una conspiración internacional formada por judíos, comunistas y masones (la sinarquía) (aunque pueden incluir en ese entramado a cualquier organización que juzguen trasnacional) y opuesta a los intereses del Estado-nación, como el capitalismo excesivamente aburguesado y que no reporte beneficios a tal Estado. La oposición a la masonería, que puede parecer anacrónica, responde sin embargo a una lógica de continuidad del tiempo histórico en el que la red de los masones permanece como custodia invisible de las ideas del liberalismo. Los fascistas sustentan una ideología de lucha entre los estados que se resuelve mediante la imposición y expansión del más fuerte.
El "imperialismo", entendido como una política exterior expansiva, es otro de los rasgos clásicos del fascismo; generalmente se apoya en mitos del pasado, lo que refuerza su carácter romántico, más de religión que de ideología. Los fascistas quieren recuperar el esplendor pasado y las denominaciones de sus regímenes aluden a eso ("III Reich"). Los fascistas reclaman territorios que consideran suyos por derecho histórico y sus líderes están en conexión con esencias de carácter místico o sagrado.
Aunque no todo gobierno militar es fascista, el término suele usarse para designar a las dictaduras y a los partidos o agrupaciones que se expresan mediante la violencia o predican el autoritarismo y el desprecio por quienes no piensan del mismo modo. En la actualidad el término "fascista" se asocia con la extrema derecha y las ideas de corte racista y autoritario. En general, se suele denominar "fascista" a todo el que intenta imponer por la fuerza su criterio sobre el de los demás.

Historia
En "principio" se habla de fascismo para referirse al movimiento político autoritario de Benito Mussolini, pero por extensión suele aplicarse a cualquier manifestación de autoritarismo. Sin embargo, uno de los primeros modelos fascistas, aunque aún sin ese nombre, lo creó en Francia, a comienzos del siglo XX, el escritor Charles Maurras, con su partido Acción Francesa y su grupo de choque juvenil, al que llamó los Camelots du Roi.
A finales del siglo XIX empezó a tomar cuerpo en Italia una ideología nacionalista ultraconservadora que se denominó fascio. Tras la Primera Guerra Mundial, el país estaba empobrecido, el gobierno era débil y había muchos resentimientos porque Italia no estaba de acuerdo con las conclusiones del Tratado de Versalles.
En 1919, Benito Mussolini canalizó el descontento popular y fundó el Partito Nazionale Fascista (PNF), caracterizado por su oposición a las ideologías políticas liberales y al comunismo. La alta burguesía italiana utilizó a los fascistas para desarticular los movimientos obreros organizados y Mussolini fue reuniendo partidarios, hasta que, en 1922, obligó al rey de Italia, Víctor Manuel III, a entregarle el poder, que detentó con el título de Duce (caudillo).
Las ideas fascistas tuvieron eco en casi todos los países europeos y algunos sudamericanos (Argentina), sobre todo en Alemania y en menor medida en España, donde cobraron importancia organizaciones de corte fascista como el Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores (nazi) y la Falange Española respectivamente.
Mussolini captó voluntades entre los jóvenes a través de la agrupación de los camisas negras, así como Adolf Hitler tuvo sus camisas pardas, como continuidad del modelo de Maurrás. Los despliegues de masas, organizados y disciplinados, formaron parte de la liturgia fascista en Italia, Alemania y Grecia.
En Grecia, el General Ioannis Metaxas estableció un régimen de carácter fascista en 1936. El Fascismo Griego tenía muchos paralelismos con el fascismo alemán e italiano (militarismo, saludo romano, intervencionismo, doctrina racista y nostalgia por las glorias pasadas del país), aunque algunas características propias lo distancian. El periodo fascista en Grecia acabó en 1941, con la muerte de Metaxas y la ocupación alemana.
En España, el general Francisco Franco contó con la ayuda de los fascistas italianos y los nazis alemanes para derrotar al ejército republicano en la guerra civil iniciada en 1936, e instaurar un régimen dictatorial que duró 36 años y que al principio contó con el apoyo de los falangistas, de cuño fascista. La alianza entre Hitler y Mussolini conocida como Eje Berlín – Roma fue un paso previo al inicio de la Segunda Guerra Mundial.
El fascismo en sus expresiones más tradicionales resurgió en Occidente en las décadas de los 80 y 90 del siglo XX bajo el nombre de neofascismo, aunque con formas no muy distintas a las que tuvo históricamente. En concreto en Italia apareció después de la segunda guerra mundial bajo la forma del partido político Movimento Sociale Italiano (misinos)
Recientemente, con el surgimiento en la escena internacional del fundamentalismo islámico a partir de la revolución iraní (1979) y su extensión a otras repúblicas islámicas, así como al terrorismo internacional; para calificarlo peyorativamente se ha venido utilizando el epíteto de islamofascismo, aunque tales movimientos ideológicos son bastante alejados entre sí.

Capitulo 3: Nazismo
Definición

Nazi es la contracción de la palabra alemana NAtionalsoZIalistische, que significa nacionalsocialista y hace referencia al movimiento Nazista o Nazismo.
La palabra nazi se utiliza para todo lo que se relaciona con el régimen que gobernó Alemania de 1933 a 1945 con la llegada al poder del partido nacionalsocialista, el autoproclamado Tercer Reich y Austria a partir de la Anschluss, así como los demás territorios que lo conformaron (Sudetes, Memel, Danzig y otras tierras en Polonia, Francia, Checoslovaquia, Hungría, Holanda y Dinamarca). La Alemania de este periodo se conoce como la Alemania nazi.
Fue un término acuñado por el ministro de propaganda del régimen alemán Joseph Goebbels, que lo usó durante uno de sus discursos para referirse a los miembros de su partido, el Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei (NSDAP) Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores.

Contexto histórico
El nazismo es una ideología que surge en la Alemania de los años 20 pero que no alcanzará importancia hasta los años 30, momento en que las duras condiciones de paz impuestas en el Tratado de Versalles (1919) se juntan con la grave crisis mundial del Jueves Negro en 1929. A nivel mundial, las democracias liberales quedan fuertemente desacreditadas. La situación mundial parecía dar razones a las reivindicaciones obreras tradicionalmente vinculadas al marxismo y socialistas del siglo XIX. La acumulación de la producción llevó a la quiebra de las empresas, despidos masivos de trabajadores y la situación se agrava aún más. En Alemania la situación es más acuciante aún, ya que a los devastadores efectos económicos se sumaba la obligación de pagar el tributo de la derrota en la Primera Guerra Mundial, y el descontento popular ante la injusta situación que hacía que las calles se llenaran de manifestaciones extremistas de toda índole, tanto de izquierda como de derecha.
Los nacionalsocialistas creen principalmente en la determinación biológica como factor decisivo en la definición de las labores que ha de ejecutar un individuo. Identifican al hombre ario con el concepto de hombre creador, viril y guerrero. A partir de allí, le reconocen todos los triunfos de la especie humana. Sin embargo, también creen en la ciclidad de la historia, como Spengler, y sostienen que las civilizaciones creadas por los arios decaían y morían una vez sus elementos representativos se mezclaban racialmente con miembros de otras razas.
El nacionalsocialismo identifica en la comunidad judía la antítesis del hombre ario, siempre en lucha con él. De allí deriva teorías acerca de la existencia de una conspiración judía para hacerse con el control mundial. Advierten que muchos de los principales líderes comunistas son también judíos y asimilan ambos conceptos, bolchevismo y judaísmo, en una misma cosa. Los nacionalsocialistas o nazis encontrarán en este colectivo el blanco perfecto de su ira para que el pueblo alemán descargue toda la frustración ante la pésima marcha de la economía.
Los veinticinco puntos del NSDAP no varían desde su creación como Partido Obrero Alemán: expulsar a los judíos, establecimiento y defensa de un cristianismo positivo, gobierno en beneficio del interés general sobre el particular, imponer el orden y acabar con el tratado de Versalles. No obstante lo anterior, existen documentos que soportan diferentes teorías de gobierno planteadas para establecerse al final de la guerra e imponer en Europa un sistema de castas basado en la función de la población (campesino/obrero-sacerdote-guerrero) bajo la dirección de las Schutzstaffeln, o SS.
Los principales ideólogos del partido cuando éste llegue al poder ya están allí, (Alfred Rosenberg, Walter Darré, Heinrich Himmler, Rudolf Hess, entre otros), así como los elementos que lo caracterizarán también. Una fe ciega en un líder, Hitler, y un enemigo mortal al que echar todas las culpas, los judíos. Creyentes con una fe inquebrantable en Hitler que, curiosamente, harán notar sus animadversiones hacia sus compañeros de partido compitiendo unos con otros por obtener los favores del führer cuando éste ostente el poder.
El grupo ya hacía tiempo que llevaba forjando todo un mito en torno a la raza aria. Un mito sobre sus orígenes, sobre su fuerza y su vigor y, ante todo, sobre su superioridad respecto a las demás razas. El nacionalsocialismo resulta una ideología fascista en la medida en que se caracteriza por dar gran importancia al estado, a partir del cual se debe organizar toda actividad nacional razón por la cual se creó el Frente Nacional del Trabajo, una especie de sindicato de todos los trabajadores alemanes y cuyo director era el mismo Führer. Tratándose de un gobierno totalitario, otras características típicas son las de presentar un fuerte liderazgo de un caudillo supremo, en este caso Hitler, y por defender un imperialismo visceral que debe llevar a conquistar los pueblos que se consideren inferiores. A la pregunta de qué es el nazismo, muchos alemanes en aquella época respondían: la voluntad del Führer.

Inicio y acceso al poder del nazismo
En 1919, el austríaco Adolf Hitler, se desempeñaba como miembro de las fuerzas militares de Baviera. Como parte de sus funciones le fue encomendado investigar acerca de un naciente movimiento político: el Partido Obrero Alemán. Una vez convencido de sus principios, se unió a dicho partido haciéndose cargo del área de propaganda. Un año más tarde, el partido publicó su programa: Veinticinco puntos entre los que se contaban el rechazo al Tratado de Versalles, la aspiración a la unidad con Austria en la "Gran Alemania" y a un gobierno central fuerte, y la voluntad de reservar a Alemania sólo para los "verdaderos" alemanes.
Este partido no hubiese llegado a más, probablemente, y se demuestra en la gran cantidad de partidos de similares creencias de la época, sin la adhesión de un Hitler idealista y dotado orador, ni sin el apoyo de los poderes económicos y financieros que apoyaron su campaña anticomunista. La agitación comunista en Alemania por aquel tiempo era intensa. Su fuerte carácter pronto lo lleva a capitanear el partido.
Se adoptaba asimismo un nuevo nombre, el de Partido Nacional Socialista Obrero Alemán. Nacía así el partido Nazi, contracción dada por sus detractores, dirigido por el propio Hitler desde 1921.
Tras encabezar un fallido intento de golpe de Estado en 1923, contra la República de Weimar, Hitler es condenado a prisión y recluido en un castillo. Una condena de 5 años, de la que finalmente solo cumplió once meses, le permitió escribir el libro semiautobiográfico Mein Kampf (Mi lucha) que pronto se convierte en el elemento que le faltaba al colectivo, un libro casi sagrado. En él declara firmemente su antisemitismo y su anticomunismo y deja claro que los arios son una raza superior a todas las demás.
El crecimiento del caudal electoral nazi llegaría con la crisis de 1929. Aún sin tener mayoría en el Reichstag (Parlamento alemán), en 1933 Hitler consigue ser llamado por los sectores conservadores para ocupar el cargo de Canciller de Alemania.

De canciller a Führer del III Reich
Una vez en el cargo, Hitler decretó nuevas elecciones en medio de una intensa propaganda nazi.
Muy poco tiempo antes de los comicios, el Reichstag fue incendiado. Entonces Hitler culpó a los comunistas, sugiriendo que el incendio era el comienzo de una revolución y sembró el pánico con el objetivo de un mayor caudal electoral.
Finalmente, las elecciones le otorgaron el control del Parlamento, que poco después aprobaba una ley que establecía una dictadura a través de medios democráticos. La Ley Habilitante era en realidad una serie de herramientas jurídicas que le permitía al Canciller ejecutar todo tipo de actos sin miramiento a los límites legales y constitucionales vigentes cuando fuera necesario para mantener el orden en la república. Comenzaba el Tercer Reich, que la propaganda afirmaba duraría mil años.
Hitler, tras la muerte del Presidente Hindenburg, reunió en su mano todo el poder e impuso desde entonces un gobierno centrado exclusivamente alrededor de su figura, basado en el principio del caudillo o Führerprinzip. Según este principio político, el Führer (Caudillo) quedaba identificado con el pueblo ("Era" el pueblo), y sólo él conocía y representaba el interés nacional.
Esta representación del pueblo por el líder era esencial: no suponía ningún procedimiento de consulta y delegación del poder. El Führerprinzip, sostenían sus ideólogos, reemplazaba a un gobierno irresponsable e impotente (el parlamentario), por otro poderoso y en el que la responsabilidad recaía en una sola figura. Así, la voluntad del Führer se transformaba en la ley. La aplicación de este principio resultó en formas totalitarias de control y represión, ya que cualquier oposición a los designios del Führer era, por definición, antinacional.
El régimen que se implantó ejerció un fuerte control sobre cada aspecto de la sociedad, mostrando especial interés en la educación de la juventud alemana. Desde la infancia, se enseña a los niños a ser duros y a sufrir la lucha por ser el más fuerte, seleccionando poco a poco a unos escogidos que irán conformando una nueva élite de guerreros sagrados (la SS) a modo de una nueva Esparta naciente y victoriosa. La ciencia tampoco escapa a la influencia de partido que la utiliza para justificar sus ideas o para buscar nuevas armas para la guerra que se venía preparando.
El poder de Hitler se consolida la noche de los cuchillos largos cuando ordena el asesinato de los principales líderes de las SA, fuerzas de asalto que habían apoyado a los nacionalsocialistas en su ascenso al poder, y el asesinato de su Jefe, Ernst Röhm en 1934.

Persecución y represión
Hitler aplicó de inmediato la represión contra un amplio espectro de ciudadanos: judíos (definidos como enemigos de la nación), comunistas, testigos de Jehová, homosexuales y todo aquello que se opusiera a la estrecha definición nazi de la "nación".
La represión la llevaron adelante prioritariamente la SS, fuerzas paramilitares creadas en 1925 y fortalecidas por el régimen, y la Gestapo, policía secreta nazi que respondía a las SS, y que contaba con una densa red de espías y delatores.
El terror se ejercía de forma directa: por medio de la censura, las agresiones físicas, los arrestos y las detenciones en campos de trabajo.

Propaganda
La teoría nazi sostenía que entre el Führer y su pueblo existía una armonía mística, una absoluta comunión. Pero en la realidad, la aprobación y adhesión del pueblo debían ser logradas. Por eso, la propaganda fue llevada adelante por Joseph Goebbels desde el "Ministerio del Reich para la educación del pueblo y la propaganda", creado en 1933.
La propaganda se desarrolló en varias direcciones. Se recurrió a los grandes actos públicos, manifestaciones y desfiles nazis, que escenificaban la grandeza de Hitler y la disciplina impecable de su ejército; se difundieron políticas de bienestar (vacaciones, pensiones, etc.) y se recurrió a los medios de comunicación masiva. Los afiches favorables al régimen nazi y a su política cultural y racial cubrieron las ciudades. Los periódicos y libros fueron sometidos a una estricta censura, y se llevaron a cabo grandes quemas de libros considerados "perniciosos".
El cine sufrió no sólo la censura, sino además la manipulación. Todas las películas debían contener algún mensaje pronazi. El propio estado se ocupó de producir películas documentales de propaganda, utilizando todos los adelantos de la técnica y arte. La radio se convirtió en un medio muy importante para el régimen, ya que permitía que la voz del Führer entrara en los hogares alemanes, del mismo modo que la propaganda nazi.
La propaganda no buscaba sólo fortalecer la fidelidad al régimen o el odio hacia los judíos, sino también difundir formas culturales consideradas propias o saludables para la nación, identificadas con la raza aria. De esta manera, se instaba a los jóvenes sanos a casarse, informándoles previamente de los antecedentes raciales de su pareja, y a procrear familias numerosas. Las mujeres eran alentadas a permanecer en el hogar y a dedicarse a la crianza de los niños.
Los jóvenes fueron un blanco importante para la propaganda nazi. Se crearon instituciones destinadas a la socialización de niños y jóvenes, como las Juventudes Hitlerianas. En ellas los jóvenes recibían una cuidadosa educación física y adoctrinamiento político. La Liga de Muchachas Alemanas formaba a las niñas para sus futuras tareas en el hogar, mientras los niños aprendían destrezas militares. No obstante lo anterior, un gran número de mujeres también hizo parte de las Hitlerjugend.
Uso de la economía como propaganda política
Para Hitler, su régimen había restablecido la "primacía de la política", a la cual debía someterse la economía del Tercer Reich. Así, hasta 1939, las demandas de los industriales (de menores costos) se enfrentaron con la necesidad de la legitimación del régimen, dotando de cierto bienestar a los trabajadores. Las competencias nacionales de destreza en el oficio, o el lanzamiento de Volkswagen -el auto del pueblo- fueron claros ejemplos de esta obra social del Tercer Reich.
Las políticas socialistas de la Alemania nazi sólo pudieron hacerse compatibles con el gasto en armamento a costa de un enorme déficit público (que se acumuló año tras año desde 1933) y de un control de precios y salarios policíaco, que provocó todo tipo de distorsiones e ineficiencias económicas.

Política de higiene racial
Los nazis instauran también el control reproductivo de la sociedad alemana. Es imperiosa la necesidad de crear nuevos arios y de sacar de la circulación aquellos que presenten defectos en nombre de la higiene racial, promoviendo la eugenesia y recurriendo a la eutanasia si hacía falta. Así mismo, se buscó la fecundación de todas las alemanas de buena sangre por parte de la élite aria para que poco a poco la raza perdida recupere su esplendor. El resultado de esto fue el establecimiento de los campos Lebensborn en los cuales mujeres de origen ario eran inseminadas con padres seleccionados para la creación de niños racialmente puros.
El nazismo está imbuido de una paranoia racial que le lleva a tejer todo un entramado científico-místico. Por una parte, pretende demostrar mediante la moderna ciencia de la biología, la selección natural de Darwin y las leyes de la herencia de Gregorio Mendel, de modo pseudocientífico la realidad de la raza pura y ,por otro lado, presenta la creencia mística de que esta debe recuperar unos poderes que se le suponen perdidos por los cruces con razas supuestamente degeneradas, como serían los judíos o, en menor medida, los eslavos. En los judíos se centra el mal de males y hacia mediados de la Segunda Guerra Mundial empezarán a ser exterminados en los campos de concentración.
Antisemitismo Nazi
Niños supervivientes del campo de exterminio de Auschwitz, tras su liberación por el Ejército Rojo en enero de 1945
Para Hitler, los comunistas eran enemigos de la nación alemana. Pero había un enemigo mayor aún que se fusionaba con ese y con los otros posibles: los judíos. Partiendo de una concepción racista, desde principios de los años veinte Hitler fue reconstruyendo un estereotipo racial del judío, a partir de las teorías de Walter Darré, Alfred Rosenberg, Spengler (Siglo XX), Houston Stewart Chamberlain y el condé de Gobineau (Siglo XIX).
Los judíos encarnaban, para Hitler, todos los males que aquejaban a la nación alemana (de raza aria): eran los proletariados agitadores, los financistas avaros y los grandes industriales que exprimían al pueblo alemán; eran la prensa que difamaba a la nación, y también los débiles y corruptos parlamentarios cómplices de los humillantes tratados de paz y de la debilidad de la nación. Eran, en síntesis, el enemigo racial, que desde el interior corrompía y contaminaba a la nación, debilitándola.
El judío era el enemigo absoluto que tanto necesitaba el sistema totalitario para la movilización política y social, así como para distraer la opinión pública de los propios problemas.
En 1935, las leyes de Núremberg privaron a los judíos de la ciudadanía alemana y de todo derecho. Se les prohibió el contacto con los arios y se les obligó a portar una identificación. Las leyes afectaban a todos aquellos a quienes el Estado definía racialmente como judíos. Continuaron la violencia y el acoso de las SS y de la policía a los judíos, produciéndose masivas emigraciones.
Luego siguió una segunda fase de expropiación, caracterizada por la "arianización" de bienes, los despidos y los impuestos especiales.
En 1938 se les prohibió a los abogados y médicos judíos el libre ejercicio de sus profesiones y se obligó a que los que tenían nombres de pila no judíos que antepusieran los de "Sara" o "Israel" a los propios.
En noviembre, esgrimiendo como excusa el asesinato de un diplomático alemán en París a manos de un joven judío, fueron atacados por miembros de las SS, en lo que se llamó la "noche de los cristales rotos". El resultado fue de tal magnitud que el mismo Estado hubo de restaurar el orden que el mismo había perturbado.
Los judíos fueron considerados globalmente responsables del ataque y obligados a reparar los daños, a indemnizar al Estado alemán por los destrozos y a entregar el dinero recibido a compañías de seguros. Se los excluyó de la vida económica, se les prohibió el acceso a las universidades, el uso de transportes públicos y el frecuentar lugares públicos como teatros o jardines.
Finalmente, los judíos fueron concentrados en ghettos (barrios especiales donde vivían hacinados) o en campos. A esto seguiría la esclavización y el exterminio durante la guerra. Los campos, inicialmente destinados a la prisión preventiva de "enemigos del estado" (comunistas, por ejemplo), se convirtieron en lugares de trabajo forzoso, para experimentos médicos y para la eliminación física de judíos, testigos de Jehová (conocidos entonces como los Bibelforscher) o "Jehovas Zeugen", gitanos, homosexuales y discapacitados.
Sobre este último punto, hay quienes sostienen la inexistencia del holocausto judío en las proporciones que son comúnmente aceptadas. Los principales expositores del caso son Robert Faurisson, Paul Rassinier y David Irving. El caso más conocido fue el del Commonwealth de Canadá contra Ernst Zundel, ciudadano alemán quien negó el holocausto en su página de internet. Al viajar a Canadá, fue detenido y procesado por difamación contra el pueblo judío. En dicho proceso, Alfred Leuchter, constructor de cámaras de gas para las prisiones de los Estados Unidos realizó un informe en el que concluyó que en la gran mayoría de las cámaras de gas de los campos de concentración de la segunda guerra mundial habría sido imposible gasear masivamente una población, sin embargo, vale la pena aclarar que el informe no niega la existencia del holocausto sino los métodos utilizados para el exterminio del pueblo judío.

Política exterior
El objetivo final de la política exterior nazi era la conquista del Lebensraum o espacio vital alemán. Su imperialismo era a la vez económico y racial. Hitler sostenía que el pueblo elegido (la raza superior) debía disponer de suficiente espacio, definido como una relación entre los recursos (tierras, alimentos) y la población. Su objetivo inmediato eran las tierras de Europa Oriental, pobladas por razas consideradas inferiores.
La política interior totalitaria del Tercer Reich estaba al servicio de su política exterior expansionista. El totalitarismo creaba las bases materiales y psíquicas para la conquista exterior y, al mismo tiempo, los grandes éxitos y la conciencia de la "misión" de la raza distraerían a la población de la represión interna.
Hitler expresó desde un principio su voluntad de rearme a Alemania. Realizado primero en secreto, se hizo público después de 1935 y fue tolerado por las naciones europeas que estaban más preocupadas por el avance del comunismo que el nazismo. La política inglesa y francesa fue la del "apaciguamiento", que consistía en conceder a Hitler aquello que reclamaba y firmar nuevos pactos, apostando con esto a mantener a los nazis bajo control.
Ejércitos mayores y mejores entrenados, producción de barcos de guerra, aviones, tanques y municiones, e investigación de nuevos tipos de armamento, absorbieron crecientes recursos estatales. Por otro lado, el rearme permitió llegar al pleno empleo y dejar atrás la crisis de 1929. Esto reactivó la economía alemana y trajo un nuevo prestigio al reich.
En 1936, las fuerzas militares alemanas reocuparon sorpresivamente Renania. Desde ese momento y hasta 1939, la táctica consistió en ataques justificados por el derecho alemán al Lebensraum, seguido por nuevas promesas de paz.
Al episodio de Renania le siguió la intervención en la guerra civil española y la anexión de Austria en 1938. La semidictadura austríaca intentó en vano impedir la campaña de anexión de los nacionalistas austríacos y dejó finalmente el poder a los alemanes en 1938. Un plebiscito a favor de la "Gran Alemania" confirmó luego la Unión.
El siguiente objetivo fue Checoslovaquia, donde un conflicto con la minoría alemana de los Sudetes le sirvió de excusa para la anexión de la región en 1938. Inglaterra y Francia accedieron a estas pretensiones alemanas por medio de los Acuerdos de Múnich y Chescolovaquia debió ceder. Pero Hitler invadió el resto de Checoslovaquia en 1939. Esto puso de manifiesto su verdadera intención y el fracaso de la política de "apaciguamiento" de Inglaterra y Francia. Cuando, tras firmar un pacto de no agresión con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Hitler se lanzó en septiembre de 1939 a invadir Polonia, Francia e Inglaterra le declararon la guerra. Así comenzaba la Segunda Guerra Mundial.

El nacionalismo en la actualidad
Tras la Segunda Guerra Mundial, continuó inspirando a los movimientos neonazis.
En muchos países, entre ellos la Alemania actual, hay leyes estrictas en contra del nazismo, que es considerado un delito.
Actualmente, las referencias al nazismo y a Hitler, así como a diversos personajes y organizaciones influyentes, son muy recurrentes, pero se suelen considerar cuanto menos ofensivas si se realizan en el contexto de una discusión con el objetivo de defender el propio punto de vista sobre algún tema. Por ejemplo, en numerosas discusiones políticas, con el fin de atacar al adversario, se hace referencia a la famosa cita de Goebbels ("Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad").
Además, son muchos los que buscan distanciarse ideológicamente lo máximo posible de Hitler, incluso en temas que se supone que no son políticos, simplemente se avergüenzan del legado en la opinión pública que este personaje ha dejado, sin embargo no necesariamente disienten de algunas de sus ideas (con o sin saberlo) o del legado de otros líderes totalitarios que no han llegado a tener mala prensa como Hitler.


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